La escuela de Mateo

Hoy estoy muuuuuy feliz. Han salido las plazas de las escuelas infantiles públicas, y Mateo tiene plaza en la que elegimos.
He estado muy nerviosa esta semana... y por fin todo ha salido bien.
Con María echamos a un montón de escuelas y tras pasar por alguna mala experiencia llegamos a la escuela en la que han admitido a Mateo.
La diferencia, esta vez, a sido que sólo hemos solicitado esta escuela, sabíamos que era un riesgo, pero lo que teníamos claro era que no iba a ir a cualquier escuela porque tuviera que trabajar. Tenía que ser una escuela donde lo primero fuera el niño, donde se respetaran los ritmos, donde el equipo fuera una familia,...donde (aunque a algunos les parezca una tontería) se acune a los niños y se les cuente cuentos en una mecedora... También una escuela donde los padres no seamos convidados de piedra, y podamos participar activamente en los descubrimientos de nuestros hijos.
Esta escuela, por fuera no es nada moderna, de hecho es de las más viejitas de la zona, no tiene grandes paneles de colores, pero tiene un naranjo y cerezos... 

Aunque estoy feliz, esta noticia me acerca al momento en el que Mateo empiece a la escuela, y aunque estoy tranquila con la escuela... no deja de ser una etapa dura pero.... esos será otro post.